RutyAndo

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sábado, enero 15, 2011

EL AMOR . Khalil Gibran

Cuando el amor os llame, seguidlo Aunque su camino sea duro y penoso. Y entregaos a sus alas que os envuelven. Aunque la espada escondida entre ellas os hiera. Y creed en él cuando os hable. Aunque su voz aplaste vuestros sueños, como hace el viento del norte, el viento que arrasa los jardines. Porque, así como el amor os corona, así os crucifica. Así como os crece así os poda. Así como os asciende a lo más alto y acaricia vuestras más tiernas ramas, que se estremecen bajo el sol, así descenderá hasta vuestras raíces y las sacudirá en un abrazo con la tierra. Como a gavillas de trigo el os une a vosotros mismos. Os desgarra para desnudaros. Os cierne, para libraros de los pliegues que cubren vuestra figura. Os pulveriza hasta volveros blancos. Os amasa, para que lo dócil y lo flexible renazca de vuestra dureza. Y os asigna luego a su fuego sagrado, para que podáis convertiros en sagrado pan para la fiesta sagrada de Dios. Todo esto hará el amor en vosotros para que podáis conocer los secretos de vuestro corazón y convertiros por ese conocimiento, en un fragmento del corazón de la Vida. Pero si vuestro miedo os hace buscar solamente la paz y el placer del amor: Entonces sería mejor que cubrierais vuestra desnudez y os alejarais de sus umbrales. Hacia un mundo sin primavera donde reiréis, pero no con toda vuestra risa y lloraréis, pero no con todas vuestras lágrimas. El amor no da más que a sí mismo y no toma nada más que de sí mismo. El amor no posee ni es poseída. Por que el amor es suficiente para el amor. Cuando améis no debéis decir: "Dios está en mi corazón", sino más bien": Yo estoy en el corazón de Dios". Y pensad que no podéis dirigir el curso del amor porque él, si os encuentra dignos, dirigirá vuestro curso. El amor no tiene otro deseo que el de realizarse. Pero si amáis y no podéis evitar tener deseos, que vuestros deseos sean estos: Fundirse y ser como el arroyo, que murmura su melodía en la noche. Saber del dolor del exceso de ternura. Ser herido por nuestro propio conocimiento del amor. Y sangrar voluntaria y alegremente. Despertar al alba con un alado corazón y dar gracias por otro día de amor. Despertar al mediodía y meditar en el éxtasis amoroso. Volver al hogar cuando la tarde cae, volver con gratitud. Y dormir con una plegaria por el amado en el corazón y una canción de alabanza en los labios.

EL DOLOR Vuestro dolor es la eclosión de la celda que encierra vuestra comprensión. Así como la semilla de la fruta debe romperse para que su corazón se ofrezca al sol, así debéis vosotros conocer el dolor. Y si pudierais mantener vuestro corazón maravillado ante los diarios milagros de la vida, vuestro dolor no os parecería menos maravilloso que vuestra alegría. Y aceptaría las estaciones de vuestro corazón así como habéis aceptado siempre las estaciones que pasan sobre vuestros campos. Y esperarías con serenidad a través de los inviernos de vuestra pena. Mucho de vuestro dolor es elegido por vosotros mismos. Es la porción amarga con la que el médico que hay dentro de vosotros cura vuestro ser enfermo. Por tanto, tened confianza en el médico y bebed e remedio en silencio y tranquilidad. Porque su mano, aunque dura y pesada, tiene como guía la tierna mano del Invisible. Y el vaso con que brinda, aunque queme vuestros labios, ha sido moldeado con la arcilla que el Alfarero ha humedecido con sus propias lágrimas sagradas.

















Khalil Gibran