RutyAndo

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sábado, mayo 07, 2011

De las lucubraciones cientistas de Lenin a la esclavitud real del proletariado por los intelectuales























Por Martín Bellido Antonio

En los países atrasados es la “inteligentsia” la que constituye y constituyó el núcleo del movimiento revolucionario: en Rusia, leninista primero y estalinista después.
Y fue la inteligentsia civil o militar - en todo caso urbana y desclasada - la que se hizo con el poder.

Estableció una dictadura (normalmente en forma de partido-Estado e impuso la modernización a las masas de obreros y campesinos, claro que en nombre del pueblo. Lo hizo por conducto del poder del Estado. Y para eso utilizó al Estado para liquidar clases enteras, como se hizo bajo Stalin. Naturalmente que al hacerlo tuvo que convertirse en una burocracia. Es la estrategia leninista la que impuso a las masas la “revolución desde arriba” aunque para ello Stalin y el partido estatal totalitario creado por Lenin, exterminasen una por una las capas de dirigentes cooptados por él, así como la antigua vanguardia, los amigos de Lenin. Partido que fue en sí mismo tanto producto como agente principal de modernización. Huelga decir que este último sometió a los obreros y campesinos por igual a una disciplina indistinguible de la del capitalismo, pero lo hizo en condiciones en que el excedente económico se ve administrado por una burocracia política responsable solo ante sí misma. Esta es la herencia del leninismo.

En su libro ¿Qué hacer? Lenin escribe: De la misma manera, en Rusia, la doctrina teórica de la social-democracia surgió de manera independiente del crecimiento espontáneo del movimiento obrero; fue el resultado natural, ineluctable del desarrollo del pensamiento de los intelectuales revolucionarios socialistas». Hay aquí un trastrocamiento total de una de las proposiciones fundamentales del marxismo: no es ya el ser quien determina la conciencia, las ideas no son ya el “reflejo” de la situación social, sino que se desarrollan espontáneamente , siguiendo su lógica propia, independientemente de toda situación de clase u otra, y terminan por determinar el ser. Aún más: el ser del proletariado es finalmente determinado por la conciencia de los intelectuales... Por su posición social estos pertenecen a la pequeña burguesía, la bestia negra del marxismo; y por tanto son los solos en poder pensar la totalidad social en función de una perspectiva revolucionaria, mientras que “contando con sus solas fuerzas la clase obrera no puede llegar nada más que a la conciencia trade-unionista. La verdad no es por lo tanto “proletaria”, en el sentido que sólo el proletariado podría comprenderla. ¿La verdad sería proletaria en el sentido que sólo los proletarios podrían asimilarla? Ni siquiera, contesta Lenin: si es verdad que en principio “si la clase obrera está atraída espontáneamente hacia el socialismo no es menos cierto que” es la ideología burguesa la que espontáneamente se impone sobre todo al obrero “

Más exorbitante era la idea que Lenin se hacía de la “ciencia” y más tenía tendencia en desconfiar de los proletarios reales, “humanos, demasiado humanos” para poder alzarse hasta las alturas heladas donde planeaba la inteligentsia.

Es igualmente en ¿Qué hacer? que Lenin puso en evidencia las consecuencias prácticas que entendía sacar de su concepción fanática, intolerante, literalmente obscurantista de la “ciencia”. Los verdaderos sabios, dijo, “no piden nuevas concepciones, la libertad de existir paralelamente a las antiguas, sino la substitución de estas por aquellas”.