Rafael Uzcátegui, coordinador del área de
Investigación de la ONG Provea, repasa varios escándalos de artistas que tras
la presión de sus gobiernos sólo han sumado notoriedad y defensores a la
libertad de expresión. La banda musical rusa Pussy Riot versus el presidente
Vladimir Putin, por ejemplo.
A finales de 2011 se realizaron elecciones parlamentarias en
Rusia, las cuales finalizaron con acusaciones generalizadas de fraude. El
sufragio se realizó dos meses después que Vladimir Putin anunció su plan de
volver a la presidencia tras cuatro años como primer ministro; ello desencadenó
una ola de protestas. La leyenda dice que al calor de estas movilizaciones
surgió la idea de formar una banda de rock punk con el nombre Pussy Riot.
Tres de sus integrantes fueron sentenciadas el pasado 17 de
agosto a dos años de cárcel tras ser detenidas por realizar una presentación
dentro de la catedral Cristo Redentor de Moscú, donde interpretaron una canción
en la que pedían a la virgen “llevarse lejos a Putin”.
La actuación, realizada con máscaras y ropas coloridas, fue
grabada para ser difundida a través de la red social YouTube, pero tras la
condena las críticas sobre el autoritarismo y la represión a la disidencia
dentro de Rusia han trascendido los círculos de activistas y alcanzado la
opinión pública mundial.
Yekaterina Samutsevich y Maria Alyokhina, de 24 años, y
Nadezhda Tolokonnikova, de 22, son las tres integrantes identificadas de la
banda detenidas por las autoridades. Recientemente se conoció que dos más
habrían huido fuera del país.
Amnistía Internacional (AI) las consideran “presas de
conciencia” y muchas personalidades del mundo artístico, como Paul McCartney,
Björk, Madonna y Red Hot Chili Peppers han condenado lo que catalogan un
“castigo desproporcionado” contra las chicas.
Religión y poder
La presentación de las Pussy Riot es amada y odiada a partes
iguales. Sus detractores argumentan que toda profanación de lugares sagrados
debe ser penalizada. ¿Cuál era el sentido de escoger la catedral para la
actuación? Samutsevich lo explicó en su alegato final durante el juicio: “La
importancia simbólica de la catedral de Cristo Redentor en la estrategia
política del poder resultó obvia cuando el antiguo compañero en la KGB de
Vladimir Putin, Kirill Gundyaev, tomó el relevo como cabeza de la iglesia
ortodoxa rusa.
Desde entonces, empezó a usarse abiertamente como un
ostentoso escenario para la política de los servicios de seguridad, que son la
principal fuente del poder en Rusia. La relación de la principal figura
eclesiástica rusa es explícita en la canción Virgen María: “Llévate lejos a
Putin: El jefe de la KGB, su santo principal/conduce a los manifestantes a
prisión bajo escolta (…) La Iglesia alaba a dictadores podridos/La procesión
cruzada por un portador de limosinas negras”.
Prisioneras de conciencia
AI afirma que el proceso judicial contra las Pussy Riot tuvo
motivación política y que fueron enjuiciadas injustamente por una acción de
protesta legítima, aunque “potencialmente ofensiva”. “Lo que hicieron fue algo
calculado -afirmó el vocero de la ONG, John Dalhuisen- y para causar un efecto
de shock, y lo lograron para muchas personas. Pero al condenarlas a dos años de
cárcel, Rusia está imponiendo unos límites a la libertad de expresión
equivocados”. La conocida organización de derechos humanos solicitó la libertad
inmediata e incondicional para las tres activistas.
Todos los argumentos de las rabiosas punks feministas sobre
la naturaleza del gobierno ruso se confirman tras la sentencia. Al hacer un
balance de su situación, Samutsevich afirmó:
“Comparadas con la maquinaria judicial, no somos nadie y
hemos perdido. Por otro lado, hemos ganado. Ahora el mundo entero puede ver que
la causa criminal contra nosotras ha sido un montaje. El sistema no puede
ocultar la naturaleza represiva de este juicio. Una vez más, Rusia aparece ante
los ojos del mundo como algo totalmente diferente a lo que Putin trata de
presentar a diario en los encuentros internacionales”.
En la fecha del juicio, activistas de por lo menos 63
ciudades del planeta realizaron manifestaciones por su libertad tras la
convocatoria a un “Día mundial de acción por Pussy Riot” difundida a través de
las redes sociales. Incluso en Venezuela hay una iniciativa de solidaridad con
las rusas que puede seguirse a través de la cuenta Twitter @pussyriotlibres.
Provocación con historia
A lo largo de sus más de 40 años de historia, bandas punks
han protagonizado diversas polémicas, tras provocar mediante las irreverentes
letras de sus canciones, a las autoridades. En 1977 los Sex Pistols,
considerados unos de los pioneros del género, difundió la canción God save the
queen con la que criticaron duramente a la monarquía, lo que generó un
escándalo que motivó la prohibición de su radiodifusión y la suspensión de
varios de sus conciertos dentro del Reino Unido.
No obstante el veto se tradujo en éxito de ventas y ubicaron
el sencillo en el puesto número 1 de los más vendidos de Inglaterra. Menos
comerciales y más políticos fueron los también ingleses Crass, quienes para
protestar por la Guerra de las Malvinas mezclaron audios con declaraciones de
Margaret Thatcher y Ronald Reagan, en una simulada conversación acerca la
guerra.
La grabación, conocida como los Thatchergates, fue enviada
anónimamente a los medios, ocasionando un incidente diplomático entre ambos
países. Dentro de Estados Unidos unos punks californianos decidieron, de
entrada, recordar el controvertido asesinato de un ex presidente. No fue la
última de sus provocaciones.
Los Dead Kennedys dedicaron incordiantes canciones a Ronald
Reagan, como “Día de fiesta en Camboya” y “tenemos el mayor problema ahora”. De
hecho, el presidente estadounidense fue una cantera de inspiración para bandas
punks estadounidenses de los ochentas como: Reagan Youth, Bad Religion, Bad
Brains y The Minutemen. Tanto fue así que Joe Keithley, vocalista de la banda
D.O.A. preguntó a sus fanáticos durante un concierto: “¿Quién fue la persona
que hizo más por el punk durante los años 80?”, a lo cual respondió “¡Fue
Ronald Reagan, muchos formamos bandas punks por su culpa!”.
“Nosotras, y muchos otros ciudadanos de nuestro país,
deseamos con todas nuestras fuerzas, cada vez más, arrebatar a Putin su
monopolio del poder, porque ya no parece tan absoluto ni tan terrible. No es
más que una ilusión, creada por sus asesores de imagen en las cadenas oficiales
de televisión”.Yekaterina Samutsevich, Pussy Riot.