Después de la implosión que
destructuró a la unión soviética, el otro polo de poder que conformaba con los
E.U.A, la llamada bipolaridad, muchos teóricos de corte determinista,
enunciaron con hilaridad y fanfarreas el fin de la historia y de las utopías. Según
este criterio, el triunfo del capitalismo traería como consecuencia una era de
“paz” y prosperidad. Las luchas de los pueblos por su liberación pasaban
a una especie de invernadero total.
Por: Mara Cumana
La mecanización de los procesos sociales, privó en esta noción de la
historia (idealismo) olvidando el hecho más elemental: la historia ni es
circular ni rectilínea, habría que hurgar en el pasado para poder predecir el
futuro (la historicidad).
El capitalismo es un sistema sometido a crisis periódicas, por lo
tanto, la esencia del mismo indicaba que la contradicción principal no se había
resuelto y que el llamado socialismo real, no era otra cosa que
capitalismo de Estado.
Desde los años setenta la permanencia de estas crisis ha sido una
constante en el llamado Mundo Occidental, pero de igual forma acontecía en el
denominado bloque soviético.
En la década de los setenta, a diferencia de esta del dos mil
doce (2012) la carencia de energía era casi desconocida (salvo en
aquellos países no productores) y no obstante, el planeta vivió una revuelta de
grandes proporciones anticapitalistas: América Latina fue escenarios de
movimientos de liberación nacionales, por el socialismo; la existencia de
grupos guerrilleros en casi todo el continente y contra el capitalismo y el
imperialismo. En los mismos E.U.A un gigantesco movimiento pacifista contra la
guerra en Indochina (Vietnam, Laos, Camboya) en correspondencia con movimientos
armados urbanos tales como: Black Power, Las Panteras Negras y un movimiento Hippy-antibélico
con una consigna central (movimiento que permeó la juventud a nivel mundial)
love and pax. Europa era otro escenario con las mismas características.
En Italia la existencia de un fuerte y beligerante movimiento obrero,
además de un núcleo armado urbano; en la llamada Alemania Occidental, además de
la protesta general la existencia del llamado Ejército Rojo. En medio Oriente
los movimientos de resistencias palestinos, con diferentes tendencias
ideológicas, pero contra un enemigo común: el sionismo y por extensión el
imperialismo norteamericano. El más conocido de estos movimientos para la época
la (O.L.P). En el África una extensa y heterogénea y cantidad de movimientos
armados anticolonialistas. En Francia el extraordinario movimiento estudiantil,
que mas tarde se fortaleció y propagó con la incorporación de obreros y
otros factores sociales, en el llamado Mayo Francés que, casi derroca al
gobierno de aquel entonces.
Acá en nuestro país, para aquellos tiempos preñados de esperanzas y
ansias libertarias, la lucha armada y revolucionaria ya había roto con los
paradigmas y “verdades” que nos llegaban desde el exterior, y asumimos la tarea
histórica de crear un pensamiento propio y en el Documento de la Montaña,
también conocido como Documento de Iracara nos calificábamos como
marxistas-leninistas- bolivarianos. En el transcurso de pocos años
se crea el periódico Ruptura y posteriormente el movimiento nacional forjado en
torno al mismo, pero también hace su irrupción, el movimientos de movimientos por
“los poderes creadores del pueblo”. Fue una etapa muy rica en acontecimientos
políticos, sociales, culturales, revindicativos, tales como por ejemplo: la
movilización nacional del movimiento estudiantil por la reforma del
mismo; la huelga contra la Uniroyal y contra la bananera en el estado Yaracuy.
Después la diáspora, desmembramientos y poca comprensión ante la nueva realidad
que se empezaba a vivir. Todas esas potencialidades de la muchedumbre
(concebida como masa) fue derrotada, controlada, enajenada y alienada por el
sistema.
A finales del siglo pasado (casi que en la ultima década) se produjo en
nuestro país la extraordinaria explosión de la muchedumbre que trastoca y
agrieta el poder constituido, colocando en primer plano la contradicción
principal: Poder Constituyente originario contra el Capitalismo en cualquiera
de sus manifestaciones, tiempo después acontece en México (Chiapas) la
insurgencia de las zapatistas, con un claro contenido anticapitalista, anti-
neoliberal y de profundo arraigo indígena y campesino.
El nuevo siglo permite observar en profundidad (no existe una categoría
que nos exprese de manera total y clara lo que sucede en el mundo de hoy) la
gravedad de lo que acontece en el planeta: crisis civilizatoria, energética,
tecnológica por los daños que le acarrea a la naturaleza; crisis de los
medios productivos, en fin, la falsa tésis del fin de la historia y de las
utopías se derrumba en pedazos. En el mundo de hoy empieza a gestarse una
revuelta planetaria, de profundo sentimiento anti-neoliberal y esto no acontece
sólo en los llamados países de la periferia, también y de manera prometedora en
los centros de poder: E.U.A, Francia, Inglaterra, Portugal, España, Italia,
Alemania (aparentemente la menos afectada hasta el momento) y Grecia donde la
crisis ha hecho nido con mayor contundencia. Pero ahora se agregan nuevos
elementos a esa especie de pandemónium que azota al mundo: el agotamiento del
elemento mas importante en materia energética: Petróleo; también el tema
ecológico asume un rol de extraordinaria importancia, como motor dinamizante en
la lucha anti-capitalista e industrialista.
El panorama para las luchas sociales y revindicativas (no podemos
olvidar el hecho que, toda lucha social y revindicativa, acá en nuestro país,
al final se constituye en un accionar político); la lucha de los pueblos
originarios; contra la inseguridad social, en contra de la manera autocrática
de gobernar (asumiéndose el rol de constituyente) para convertir a todo el país
en una especie de “Mundo Feliz”, donde lo determinante, en todo los sentidos,
será lo industrial-energético, en concordancia con los planes del imperialismo
norteamericano, de convertir a Venezuela en una mediana potencia por lo
energético, claro está. El problema eléctrico convertido en un cáncer nacional
(empieza a gestarse un núcleo duro para encauzar esta lucha), en fin, la nueva
realidad política augura luchas sociales en todos los ámbitos, también
contra aquellos que lesionan la soberanía, por el objeto último que persiguen,
por ejemplo: el Puerto de Aguas Profundas en la Península de Araya, por cierto,
para convertir la región en área de la llamada industrialización neoliberal.
Debemos conformar y estructurar este rompecabezas que es la Venezuela
del presente (sin cortar la capacidad creativa de la gente) porqué será motor
fundamental en las luchas que se avecinan y porque tenemos la obligación de
abrir causes que nos conduzcan hacia esa nuevas sociedad que debe ser la
respuesta al sistema imperante. Por lo tanto, impulsemos las luchas sociales,
revindicativas, culturales, hacia la conformación de una gran plataforma
unitaria para enfrentar los retos del presente y del mañana.
“LUCHAR HASTA VENCER”
Mara Cumana